Espacio de desarrollo social: universidad, empresa y gobierno.

La biodiversidad está constituida por la apropiación cultural de la naturaleza, lo local se reconoce como oposición a lo global, lo local está integrado por nuestro entorno inmediato ensenadense, lo global se presenta como los intereses externos que cuestionamos porque el poder público no cuenta con credibilidad y la suspicacia persiste en la opinión pública. Por lo tanto, biodiversidad es igual a territorio más cultura; y el territorio y la región conforman una unidad ecológica y cultural; esta unidad de la que hablo nos interesa a los ensenadenses, sabemos la ubicación de importancia geopolítica que disfrutamos y la participación de los ciudadanos y las instituciones no debe reducirse a emitir opiniones que justifiquen la dependencia económica.

La valorización del espacio pude ser de dos maneras: 1) En términos instrumentales (aspecto ecológico, económico o geopolítico), ó 2) Culturalmente (bajo el ángulo simbólico-expresivo). Se deben buscar formas para intervenir el espacio para mejorarlo, transformarlo o enriquecerlo. Estas formas deben enmarcarse y garantizarse en mecanismos legales de participación, deben vigilarse y debe ser transparente el proceso.

La naturaleza es el soporte del proceso de producción, la huella que ha establecido el hombre como civilización sobre el planeta es la transformación de la naturaleza para producir valor, sin embargo las formas de hacerlo son las que deben cuestionarse en beneficio de la ciudadanía.

La naturaleza se encuentra en la esfera de la producción y con ello la racionalidad económica destruye y provoca la degradación ambiental, dicha degradación se ha valorizado por la técnica y la razón. La técnica científica no debe ser reducida a la valorización instrumental de la naturaleza.

A nivel mundial se ha generado una conciencia ambiental la cual debe ser objetivada en políticas públicas que permitan la inclusión de los intereses culturales además de los intereses del desarrollo, de la economía y en general que controlen la circulación del capital a nivel mundial.

Si como hemos observado el poder de los Estados nación ha sido rebasado por intereses supranacionales cuyo origen se ubica en las grandes corporaciones a nivel mundial, deben empujarse políticas públicas que generen acuerdos benéficos para los habitantes de los países, para los habitantes del mundo, de México, de Baja California y de Ensenada.

Aceptar recursos materiales de fundaciones y organizaciones no gubernamentales del primer mundo, para garantizar la conservación de los ambientes naturales en los países en vías del desarrollo, es una manera de solapar que los países ricos laven su conciencia, por la contaminación, la explotación de la naturaleza y la desigualdad social que provocan.

Sin embargo, la responsabilidad con el desarrollo no se le puede otorgar al poder económico, pues sus funciones son muy claras en cualquier lugar, la generación de riqueza es su función y la riqueza se genera en la acumulación. La responsabilidad se debe tomar desde abajo, los legisladores deben garantizar formas de participación ciudadana que equilibren las estrategias de desarrollo.

La propuesta específica es garantizar la generación de espacios de análisis del desarrollo para la generación de propuestas basadas en la interdependencia y en el trabajo interdisciplinario entre los actores clave: la universidad, el gobierno y las empresas. Mesas de trabajo, comisiones de proyectos, inversión para el desarrollo tecnológico entre las empresas y las universidades, donde el gobierno actúe como promotor del interés público.

Bibliografía
- Escobar, Arturo (2002) El lugar de la naturaleza y la naturaleza del lugar ¿Globalización o pos desarrollo? CLACSO.
- Leff, Enrique (2002) Saber ambiental. Ed. Siglo XXI.
- Giménez, Gilberto (2007) Estudios sobre la cultura y las identidades sociales. Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, México.