Javier Sicilia en el Cubo del CECUT por el 35 aniversario del semanario ZETA
En síntesis pude escuchar una charla sin pretensiones, una disposición a conversar, Javier Sicilia expuso su punto de vista, explícitamente afirmó su opinión y se abrió a las preguntas, que fueron pocas porque nunca es suficiente el tiempo para conversar en este formato de conferencia.
Me llevo de su conferencia varias ideas, muy provocadoras y contundentes; que sacuden el ordinario devenir de mi actividad como profesor y universitario. Tal como él lo es. Comparto a continuación un resumen de sus palabras.
El Estado tal como se concibió históricamente, como lo concibió Jobs en el Leviatán, aquel Estado administrador de la violencia ha desaparecido; y a México le ha tocado ser la vanguardia de la quiebra de esa forma de Estado Occidental. Ahora el Estado se ha convertido en un gestor de capitales ya no administrador del orden social, ni siquiera en su agenda actual está administrar la violencia.
En general la violencia genera ganancias para todos aquellos que detentan alguna forma de poder económico. Por ello en el actual orden social es conveniente que haya muchos en la cárcel porque por lo menos en Estados Unidos la cárcel está en manos de una administración privada y por ello ganan más cuanta más gente tengan dentro.
Ganan los bancos mediante el lavado de dinero, ganan los fabricantes de armas (y esto me conectó con el texto de la IV Guerra Mundial del Subcomandante Marcos); gana el ejército y las policías; todos ellos negocios contraproductivos. Las reformas estructurales que impulsa nuestro actual gobierno con respecto a las energías, la minería, el agua, no están dedicadas a mejorar la vida de los individuos, el ciudadano ha desaparecido en la lógica actual del poder. Somos los imprescindibles dice Sicilia.
Hace falta fundar un nuevo pacto social que no tenga como base y susento el uso de la fuerza, del crimen, la ilegalidad y la violencia. Estamos viviendo un parte-aguas civilizatorio del sin sentido y del vacío.
En el orden social actual los jóvenes no tienen oportunidades son agredidos sistemáticamente, son reprimidos, son secuestrados, son desaparecidos, torturados, son la mano de obra del crimen organizado como sicarios, son los consumidores de drogas. Son los que aún habiendo egresado de la universidad no tienen oportunidades de empleo. Los prescindibles, los que hacen posible la maximizacion de los capitales.
Como opción Javier Sicilia llama a no votar, a no sustentar ni legitimiar este Estado y sistema donde el PRI no es un partido político, sino una cultural política, cuyas prácticas permean a todos, absolutamente todos los partidos políticos. Votar en las urnas por alguna de estas opciones es legitimar un sistema de partidos construido en la podredumbre de valores, donde no circula la diginidad ni la justicia, ni la honradez o vocación de servicio. La política se ha profesionalizado en detrimento de la democracia, del poder del pueblo y la vocación de servicio, de la ejecución del servicio público.
También propone Sicilia que escuchemos lo que se esté haciendo desde abajo, lo que se construya por aquellos a los que el sistema ha aislado y menospreciado, a los imprescindibles de siempre: al obispo Raúl Vera. No ir a las urnas a legitimar, sino al contrario buscar la reserva moral del país, construir una base mínima donde se pueda refundar la dignidida, la justicia y la igualdad, no a través de las armas, sino a través de los ejemplos de resistencia civil y pacífica, una refundación de otro orden.
También afirmó que para constuir nos daremos cuenta de todo el horror que falta por descubrir en los miles de muertos que faltan, una vez que aceptemos que esta forma de contrato social ha caducado podremos construir algo nuevo.
Me llevo de su conferencia varias ideas, muy provocadoras y contundentes; que sacuden el ordinario devenir de mi actividad como profesor y universitario. Tal como él lo es. Comparto a continuación un resumen de sus palabras.
El Estado tal como se concibió históricamente, como lo concibió Jobs en el Leviatán, aquel Estado administrador de la violencia ha desaparecido; y a México le ha tocado ser la vanguardia de la quiebra de esa forma de Estado Occidental. Ahora el Estado se ha convertido en un gestor de capitales ya no administrador del orden social, ni siquiera en su agenda actual está administrar la violencia.
En general la violencia genera ganancias para todos aquellos que detentan alguna forma de poder económico. Por ello en el actual orden social es conveniente que haya muchos en la cárcel porque por lo menos en Estados Unidos la cárcel está en manos de una administración privada y por ello ganan más cuanta más gente tengan dentro.
Ganan los bancos mediante el lavado de dinero, ganan los fabricantes de armas (y esto me conectó con el texto de la IV Guerra Mundial del Subcomandante Marcos); gana el ejército y las policías; todos ellos negocios contraproductivos. Las reformas estructurales que impulsa nuestro actual gobierno con respecto a las energías, la minería, el agua, no están dedicadas a mejorar la vida de los individuos, el ciudadano ha desaparecido en la lógica actual del poder. Somos los imprescindibles dice Sicilia.
Hace falta fundar un nuevo pacto social que no tenga como base y susento el uso de la fuerza, del crimen, la ilegalidad y la violencia. Estamos viviendo un parte-aguas civilizatorio del sin sentido y del vacío.
En el orden social actual los jóvenes no tienen oportunidades son agredidos sistemáticamente, son reprimidos, son secuestrados, son desaparecidos, torturados, son la mano de obra del crimen organizado como sicarios, son los consumidores de drogas. Son los que aún habiendo egresado de la universidad no tienen oportunidades de empleo. Los prescindibles, los que hacen posible la maximizacion de los capitales.
Como opción Javier Sicilia llama a no votar, a no sustentar ni legitimiar este Estado y sistema donde el PRI no es un partido político, sino una cultural política, cuyas prácticas permean a todos, absolutamente todos los partidos políticos. Votar en las urnas por alguna de estas opciones es legitimar un sistema de partidos construido en la podredumbre de valores, donde no circula la diginidad ni la justicia, ni la honradez o vocación de servicio. La política se ha profesionalizado en detrimento de la democracia, del poder del pueblo y la vocación de servicio, de la ejecución del servicio público.
También propone Sicilia que escuchemos lo que se esté haciendo desde abajo, lo que se construya por aquellos a los que el sistema ha aislado y menospreciado, a los imprescindibles de siempre: al obispo Raúl Vera. No ir a las urnas a legitimar, sino al contrario buscar la reserva moral del país, construir una base mínima donde se pueda refundar la dignidida, la justicia y la igualdad, no a través de las armas, sino a través de los ejemplos de resistencia civil y pacífica, una refundación de otro orden.
También afirmó que para constuir nos daremos cuenta de todo el horror que falta por descubrir en los miles de muertos que faltan, una vez que aceptemos que esta forma de contrato social ha caducado podremos construir algo nuevo.
Comentarios