Morelia

Las mujeres purépechas muestran su torso confiadas, sus pechos y sus vientres desnudos se revelan libres y sus brazos levantan frutas que simbolizan la fertilidad de la tierra y de la mujer, no hay mejor futuro y esperanza. Es una fuente llamada por los que saben fuente de la fertilidad, los clientes de la industria cultural le dicen: fuente de las tarascas.

 

Al final de cada calle son remates simbólicos que ignoraron la funcionalidad del tránsito actual. La ciudad Moreliana organizada para la escenificación, para la admiración de la mirada de los vencedores, de los que tuvieron la espada. La iglesia virreinal se impone en el imaginario local, el turista está expuesto a él. Los apellidos y abolengos determinan la validez para el consumo. Las primeras conspiraciones, la determinación de Morelos de unirse a Hidalgo, la primera escuela de música en el continente, los cafés, los arcos, la danza de los viejitos, la estudiantina; los payasos que se encuentran en cualquier parque con chistes picardientos; no es poco pues.

 

En cualquier momento se puede uno enfrentar a las imágenes grotescas sobre la dominación, pero con la mirada de turista se le puede tomar foto todavía.

 

El clima es inmejorable, los portales para disfrutarlo están esperando. Se come excelente, hay mucho que ver...