Décima de Arcadio Hidalgo

A propósito... rasgar las cuerdas (algo así comentó el Godo) no es un acto individual y del presente, es una reproducción de centenas de años de soneros dispuestos a retar la noche, y bajo la luz de la luna, increpar la tarima, percutir las jaranas para lograr la fiesta colectiva alrededor, que se reconstruye con los versos lanzados al aire, de amor y demás... alguien los recogerá de su naufragio, la versada al aire, se recupera en la escucha, en el vaivén del volumen al quedito... para que fluya la versada nuevamente...

(...)

Yo fui a la revolución
a luchar por el derecho
de sentir sobre mi pecho
una gran satisfacción
y ahora vivo en un rincón
cantándole a mi amargura
pero con la fe segura
y diciéndole al destino
es el hombre campesino
nuestra esperanza futura

Un ventarrón de protesta
soñé que se levantaba
y que por fin enterraba
ese animal que se apesta
que ruge como una bestia
en medio de su corral
que nos hace tanto mal
y nos causa un gran dolor
nos chupa nuestro sudor
¡ay que matarlo compay!

(...)